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El Sable Láser de Damocles

 

Por qué  El Sable Láser de Damocles? Bueno, es un juego de palabras y referencias en un mismo título. El sable láser es una referencia a los lightsaber de los Jedi en Star Wars y la espada de Damocles es una antigua leyenda griega, sobre un adulador y envidioso que no tenía el conocimiento suficiente para ejercer un puesto de privilegio y poder. Para mi las criptomonedas son una herramienta muy poderosa, que demanda responsabilidad en su uso, pero la sociedad colombiana ha demostrado su falta de responsabilidad y control, podría terminar con un peligro inminente sobre su cabeza si no aprende a usar bien las criptomonedas, terminaría con un lightsaber porque estamos hablando de tecnologías revolucionarias y avanzadas del siglo XXI.

 

Actualmente curso la carrera de Historia en la Universidad del Cauca, y como parte de trabajo final para una materia en medios audiovisuales debí exponer un tema libre. Escogí investigar esta complicada relación, que apenas está creciendo en nuestro país, las criptomonedas dentro de la sociedad colombiana. Pero en nuestros tiempos de modernidad, velocidad y globalización, esta relación no solo se limita a Colombia, su extensión va a toda latinoamérica con fuerza y medianamente al resto del globo, los países ya no son islas imbuidas en sus propios problemas, hoy con la rapidez de las comunicaciones cualquier evento puede repercutir en segundos al otro lado del planeta, estamos hiperconectados y cubiertos bajo la misma sábana del internet. Creo que es de suma importancia como historiador empezar a estudiar estos eventos, estar a la vanguardia de lo que puedo visualizar va a ser un cambio en el juego y más cuando ese cambio va a hacerse en la economía mundial, para mi el trabajo del historiador en el siglo XXI es visionar, señalar esos cambios por venir y así poder hacer las advertencias o correcciones necesarias en beneficio de mi sociedad.

 

El año pasado se cerró un famoso portal en la profunda y oscura red llamado el Silk Road, donde se podía desde comprar onzas de marihuana hasta contratar un asesino a sueldo a través de la red, la mayoría de estos tratos eran pagados con bitcoins, causando un incremento en el valor de esta criptomoneda. Esta moneda ya no circula exclusivamente en línea, hoy se puede usar normalmente en calles de New York o Berlín para hacer compras simples como un café o una cerveza, me gustaría poder hacer esas simples transacciones en mi ciudad o en cualquier ciudad de Colombia. Pero aquí es donde surge la duda, cuál sería el riesgo en caso que los colombianos podamos usar tan libremente en las calles estas monedas? Teniendo en cuenta la naturaleza de la sociedad Colombiana, la idiosincrasia y el panorama de ilegalidad tan amplío en que vivimos, esta moneda sería perfecta para hacer transacciones en: extorsiones, contratos a asesinos, compras de pornografía infantil, trata de blancas, corrupción política, estafas...etc y muchos otros males de los que sufre la sociedad colombiana. Ya que las transacciones son anónimas, para las autoridades sería imposible el control o captura de los responsables. Tal vez el Banco de la Republica en Colombia también pensó en lo mismo al sacar su ambiguo comunicado sobre la bitcoin, tratando de persuadir a la gente de no usar la criptomoneda?.

 

Para resolver esta duda, debía buscar expertos en ambos campos, desde la academia de economía y desde la ingeniería y programación. Es así como pude entrevistar al profesor en economía PhD. Luis Guillermo Vélez, quien es actual miembro de la universidad EAFIT en Medellín y, el ingeniero en automatización industrial Pedro Rivera Wilches, quien trabaja tanto para el mejoramiento del sistema criptomonetario como con proyectos que envuelven el manejo de esta en la vida cotidiana. Tanto el profesor Vélez como el ingeniero Rivera son conocedores del tema, el primero escribió un artículo a principios de este año y el segundo es un amplio conocedor desde la parte teórica como técnica. Estos dos entrevistados me darían una idea redonda sobre la economía de las criptomonedas, desde la teoría como la práctica.

 

Conclusiones

 

Encontré que ambos invitados sentían entusiasmo y apoyo por estas monedas, eran optimistas en el crecimiento y buen uso que se les daría en el caso colombiano, el ingeniero Rivera me expuso varios ejemplos de como beneficiarían al colombiano, de hecho hay algunos proyectos que ya están beneficiando comunidades en nuestro país. No encontré rastro alguno de pesimismo o los mismos miedos que me llevaron a hacer esta investigación. Aunque también me aclararon que es muy temprano para hablar de las repercusiones posibles de la bitcoin en nuestro país, parece ser por ahora que las personas en Colombia comerciando con ella son responsables. Para que mis miedos se materialicen debe expandirse el uso más en nuestra sociedad y falta por lo menos una década o un par para que eso pase. En este momento en Europa se está expandiendo velozmente la bitcoin, en Asia y Estados Unidos lo mismo, no dudemos que Latinoamérica va a entrar en esa tendencia tarde o temprano. Me pareció muy acertada la analogía que dio el ingeniero Rivera entre las criptomonedas y el internet, atrás en los 80’s se dudaba que la internet hiciese algún cambio o se volviera popular entre la población general, los dudosos eran los académicos, veamos ahora, casi que no podemos vivir sin nuestros teléfonos móviles, computadoras portátiles, redes sociales… sería insensato no admitir que la internet ha cambiado el mundo. Esta charla ha reforzado más mi posición de que las humanidades y sus academias deben estudiar estos fenómenos, virtuales o no, pero si actuales. Debemos adelantarnos o al menos ir con el tiempo, de estos fenómenos dependerá mucho nuestra comprensión de la sociedad en la que viviremos; pero la academia colombiana parece no saber siquiera de la situación, sobre todo la academia económica, que durante mi investigación solo pude dar con dos profesores de economía que actualmente conocen el tema en el país. Ahora peor es el panorama de los otros profesionales en las llamadas humanidades, no encontré antropólogos, sociólogos, historiadores, filósofos o geógrafos colombianos que hayan hablado de las criptomonedas o estén al menos enterados. Paradójicamente sí hallé varios profesionales colombianos, de las ciencias aplicadas al desarrollo (ingenieros) que conocen o trabajan con las criptomonedas, pero además tienen un amplio conocimiento en humanidades, conocimiento obligatorio para desarrollar su trabajo y saber que efecto quieren en sus sociedades. Encontré a estos ingenieros más completos como profesionales para el siglo XXI, conocen la teoría académica y saben como llevar esa teoría a la práctica en el mundo real.

 

Veo ahora con más optimismo el que alguna criptomoneda y su economía alternativa, más justa con el usuario, llegue a Colombia. Los beneficios son muchos y todavía falta más por inventar, hay muchos beneficios para los pequeños comerciantes y las microeconomías de Colombia. Por ahora solo puedo ayudar a expandir el conocimiento y animar a las personas para que intenten experimentar con este tipo de monedas.

 

Ricardo Antonio G.
UNICAUCA . Junio 2015

 

 

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